Este lugar tan especial dentro de Barcelona y singular jardín se encuentra en los terrenos de lo que fue la antigua Ciudadela construida por el rey Felipe V para dominar a la población de Barcelona, tras ganar la ciudad el 11 de septiembre de 1714. En la siguiente imagen de Barcelona en el año 1806 podemos ver la antigua Ciudadela integrada dentro de las murallas de la ciudad que da nombre actualmente a los jardines.
La recuperación de estos terrenos permitió crear un gran espacio verde muy necesario en la Barcelona cada vez más masificada de desarrollo industrial. Proyectado en 1872, el trazado original se modificó para que pudiera tener lugar la Exposición Universal de 1888, el simbolismo era evidente, se decidió derribar la anterior ciudadela, lugar de opresión y tortura de los ciudadanos de Barcelona, y en su lugar construir unos bellos jardines que inspirarían la paz en los catalanes, el nombre se conservó llamándolo parque de la ciudadela, a modo de recuerdo de las desgracias que provocaron los españoles en la sociedad catalana.
Posteriormente se ubicaron también las instalaciones del Zoo de Barcelona que ocupa unas 13 hectáreas del parque y amplían el jardín con nuevas especies de plantas propias de lugares de todo el mundo.
Por la entrada principal del Passeig de Picasso se llega a un grupo de edificios que formaron parte de la Ciutadela original. Una pequeña capilla, el antiguo palacio del gobernador, que ahora ocupa el IES Verdaguer y el edificio que fuera el arsenal es ahora la sede de El Parlament de Catalunya. La fuente ovalada del frente del Parlament está en en La Plaça de les Armes y esta coronada por la magnífica escultura modernista El Desconsol (1907) de Josep Llimona.
El parque tiene amplias zonas de césped y grandes paseos con árboles alineados a ambos lados. El Estany es un lago artificial ideal para sentarse a tomar un respiro, admirar la jardinería y las palmeras, alquilar una barca o ver muy de cerca los patos que habitan sus aguas y que harán las delicias de los más pequeños.
Como escenario de la Exposición Universal de 1888, conserva espectaculares edificios y piezas modernistas y aunque la mayor parte de las construcciones de la exposición no estaban concebidas para perdurar (como es costumbre en las exposiciones universales), algunos de los pabellones se conservaron por su belleza y singularidad. Entre ellos destaca el fascinante Castell dels Tres Dragons de Domènech i Montaner, diseñado para albergar el café-restaurante de la exposición, hoy museo de zoología de Barcelona, uno de los lugares más especiales y mágicas a visitar de Barcelona.
El parque, que en el año 1951 fue declarado monumento histórico-artístico, está considerado como un museo al aire libre por la profusión y calidad de las esculturas y edificaciones, obras de Frederic Marès, Eusebi Arnau, Josep Clarà, Josep Llimona, Pau Gargallo y Manuel Fuxà, entre otros. Junto con las de grandes artistas, hay esculturas muy populares, como el gran mamut de piedra de 1907 y La dama del paraguas, ubicada encima de una fuente ornamental, y que durante muchos años fue uno de los símbolos de Barcelona.
El parque de la Ciudadela de Barcelona es el jardín más emblemático de la ciudad, los días festivos se reúnen cientos de personas donde practican actividades al aire libre, las familias pasean por sus jardines para ir al zoológico y los extranjeros se maravillan con sus edificios y obras de arte únicos en Barcelona.
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